Las empresas farmacéuticas se enfrentan a una presión creciente para ampliar sus procesos y acelerar su ciclo de descubrimiento. En este contexto, las organizaciones con visión de futuro están reconociendo el enorme potencial del trabajo interdisciplinar para impulsar la innovación. De hecho, muchos de los avances más prometedores, como los nuevos mecanismos de administración de medicamentos y las nuevas clases terapéuticas, se producen en las intersecciones de campos científicos que en el pasado se consideraban dispares.
Sin embargo, esa visión tradicional de la investigación farmacológica, la biología y la química como disciplinas científicas claramente diferenciadas ha generado silos de dominios y de información que obstaculizan la innovación. Esta percepción forma parte de la estructura del mundo científico y es un reflejo de la forma en que se definen los grados académicos, se organizan los departamentos y se comunica el conocimiento. Pero entender estas disciplinas como ámbitos separados o incluso que compiten entre ellos limita el alcance de la innovación farmacéutica.
Por tanto, ¿cómo podemos derribar estos silos de información y sacar partido de las colosales oportunidades de la investigación multidisciplinar? En esta entrada del blog, exploramos las ventajas de adoptar una perspectiva más amplia que contribuya a derribar las barreras interdisciplinares y mejore la rapidez y la eficiencia de la innovación.
El potencial de la innovación interdisciplinar en la I+D
Combinar conocimientos de distintos campos está ayudando a los científicos a diseñar estrategias terapéuticas revolucionarias para problemas médicos que existen desde hace mucho. Por ejemplo, la investigación interdisciplinar ha contribuido recientemente a la creación de un ingenioso método para administrar la insulina por vía oral. Como la insulina es una hormona peptídica, es vulnerable a la digestión y por eso se suele inyectar. Sin embargo, dado que las inyecciones pueden ser incómodas y desagradables, los científicos llevan tiempo buscando otras vías de administración. Gracias al trabajo interdisciplinar, pronto podría ser posible tomar una píldora del tamaño de un guisante que pueda inyectar insulina mecánicamente en los tejidos de la mucosa estomacal, lo que permitiría a los pacientes liberarse al fin de la incomodidad de las inyecciones subcutáneas. Esta extraordinaria innovación no ha nacido de un único campo, sino de la combinación de la biología, la química, la física y la bioingeniería.
Otro ejemplo fascinante es una píldora digital que permite saber cuándo han tomado la medicación los pacientes. Un diminuto sensor contenido en la píldora, al ser activado por los fluidos estomacales, envía una señal con marca de tiempo a través de un parche que lleva el paciente y que se comunica con una aplicación móvil. Esta novedosa tecnología se desarrolló inicialmente para resolver los problemas que los pacientes con esquizofrenia tenían para seguir el tratamiento. Es habitual que los pacientes con este trastorno se desvíen de la dosis prescrita, lo que hace más difícil para los médicos tener una visión clara del patrón de medicación seguido por el paciente a través de las consultas. Ahora, gracias a esta revolucionaria tecnología, los facultativos pueden acceder a un registro completo del historial de tratamiento de cada paciente y mejorar el cumplimiento terapéutico.
Ejemplos como estos ilustran el enorme potencial de eliminar la separación entre áreas científicas tradicionalmente independientes para mejorar los resultados para los pacientes. En la práctica, para lograr avances significativos en el campo cambiante de la I+D farmacéutica se necesitan conocimientos de biología y de química. Es esencial entender el efecto de las propiedades físicas, químicas y biológicas fundamentales en la forma en que los fármacos actúan sobre el organismo. De hecho, ante la creciente complejidad de los tratamientos, integrar los conocimientos de distintos campos es cada vez más importante. Por ejemplo, el aspecto más complicado de los tratamientos biológicos es en muchos casos dominar la química de la formulación. Se necesita un conocimiento profundo e interdisciplinar de las propiedades fundamentales de estos tratamientos innovadores para aprovechar todo su potencial.
Cómo salvar la brecha entre disciplinas
Derribar las barreras de la investigación multidisciplinar no es una tarea sencilla. Para aprovechar mejor las oportunidades de innovación interdisciplinar, debemos centrarnos en las barreras inherentes a aquellos aspectos básicos de nuestras organizaciones, nuestra cultura y nuestras estrategias que obstaculizan la colaboración. Aunque es una empresa compleja, vamos a repasar aquí varias sugerencias que pueden ayudarle a eliminar estos silos.
Reevaluar nuestra visión de la educación científica
Una estrategia clave es actualizar nuestra visión de la educación para fomentar el conocimiento de las distintas disciplinas científicas básicas. Aunque los estudiantes suelen recibir una selección de clases básicas en las primeras etapas de las carreras científicas, pronto se ven obligados a elegir un área concreta y su perspectiva se reduce a medida que avanza la formación. Aunque es importante que los científicos se especialicen en un campo, es vital que no pierdan la conexión con los conceptos básicos y los avances recientes de otras áreas que pueden ser importantes para el desarrollo de su trabajo. Introducir este grado de agilidad en los sistemas educativos preparará a los estudiantes para un mundo que cambia a un ritmo vertiginoso. Además, los individuos deben adquirir estos conocimientos amplios y mantenerlos a lo largo de su trayectoria: leer artículos de otras áreas de especialización, aprovechar las oportunidades de formación y mantener actualizados los conocimientos con la ayuda de recopilaciones exhaustivas de información científica interdisciplinar, como las que ofrece CAS.
Fomentar la colaboración
Además de ampliar la diversidad de contenidos en la esfera educativa, fomentar la colaboración proactiva y el intercambio de conocimientos entre científicos en el ámbito comercial y académico es esencial para avanzar hacia una innovación más interdisciplinar. Si los investigadores pueden usar los conocimientos disponibles en el panorama de I+D para acelerar el progreso de su trabajo, se reducirán las duplicidades y se realizarán nuevos descubrimientos. Para avanzar hacia una cultura más colaborativa, la comunidad científica en su conjunto puede buscar oportunidades para compartir conocimientos, información y necesidades entre distintas especialidades, y favorecer el desarrollo de equipos interdisciplinares que incluyan a representantes de la industria, el mundo académico y el gobierno.
Actualizar las estrategias de gestión de datos
Otra estrategia recomendable para acelerar la innovación interdisciplinar es actualizar la forma de almacenar, analizar y consultar los datos científicos. Tradicionalmente, muchos recursos de información están segmentados en campos separados, lo que favorece la aparición de silos de conocimientos. Para evitar este problema, los científicos necesitan recursos de información de "amplio espectro" que salven estas brechas.
Además, mediante la aplicación de algoritmos avanzados de aprendizaje automático e IA a fuentes de información integradas, es posible extraer información realmente multidisciplinar. No obstante, la aplicación de la IA y el aprendizaje automático a los datos interdisciplinares no está exenta de dificultades. Por ejemplo, las incoherencias del lenguaje utilizado en distintos campos puede suponer un obstáculo importante. Para resolver estos problemas, es esencial basar la integración de datos en ontologías o sistemas de representación del conocimiento que usen un vocabulario común para describir distintos tipos de datos y las relaciones existentes entre ellos. De esta forma, es posible reunir conjuntos de datos científicos heterogéneos en un contexto que facilite la interpretación. Para crear estos sistemas, es esencial que los algoritmos de IA se complementen con indexadores humanos, entre los que debe haber químicos, bioquímicos y científicos de datos con experiencia. Mediante la combinación de sistemas avanzados de IA con conocimientos humanos expertos, las empresas farmacéuticas pueden aprovechar las ventajas del conocimiento interdisciplinar para impulsar el progreso de la I+D.
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