Para las organizaciones de I+D, la propiedad intelectual (PI) es la savia de la innovación, que respalda las adquisiciones potenciales, protege las fuentes de beneficios e impulsa el crecimiento empresarial. Para maximizar el valor de estos activos intangibles, se requiere una estrategia de PI sólida. Sin embargo, mantenerse al día en la planificación, la supervisión y la gestión de la PI puede ser difícil, y hay lagunas que pueden poner en peligro la hoja de ruta de innovación y los planes de comercialización de una organización.