En cuanto se declaró el brote de COVID-19, los expertos tuvieron claro que se necesitarían vacunas y medicamentos para hacer frente al virus SARS-CoV-2 y poner fin a la pandemia. Los científicos comenzaron a investigar y explorar nuevas vías sabiendo que desarrollar una nueva solución terapéutica podía requerir décadas.
Curiosamente, la investigación ha revelado que existe una correlación entre la gravedad de la COVID-19 y la cartilla de vacunación de los pacientes. Esto es, sin duda, muy significativo, ya que apunta a que las vacunas aprobadas para tratar otros virus y enfermedades aportan cierto grado de protección.
Profundizar en el análisis de los datos para conocer los mecanismos fundamentales de esta relación podría dar lugar al desarrollo de métodos para prevenir o reducir la propagación de la enfermedad, tanto de la COVID-19 como de otros posibles brotes futuros. Y esto plantea la pregunta de por qué una vacuna puede proteger frente a diversas enfermedades. Veamos la investigación a este respecto con más detalle.
¿Qué opinan los expertos en inmunología y vacunología? Vea el vídeo de una mesa redonda de preguntas y respuestas celebrada recientemente y lea este artículo publicado hace poco por científicos de CAS en ACS Central Science
Uso de la inmunidad entrenada en diversas enfermedades
Las vacunas se diseñan con el objetivo de inducir la memoria inmunitaria frente a un patógeno específico y prevenir la enfermedad activa en caso de exposición de la persona al virus. Sin embargo, cada vez existen más datos que sugieren que las vacunas también pueden ofrecer protección inespecífica frente a otras enfermedades, tal como se ha publicado en algunas de las principales revistas médicas.
Esta afirmación también es válida para la COVID-19, ya que parece que las vacunas frente a la gripe, el sarampión, la neumonía y la poliomielitis pueden ofrecer cierto grado de protección frente a la infección por el SARS-CoV-2. Según la Clínica Mayo:
- Las personas que se vacunaron frente a la neumonía en el último año presentaban una reducción del 28 % del riesgo de contraer la COVID-19.
- También se observó una reducción del 43 % del riesgo de infección por COVID-19 en las personas que se vacunaron frente a la poliomielitis.
No obstante, todavía se desconoce el mecanismo exacto de esta protección. Una de las teorías es que las vacunas pueden inducir la denominada “inmunidad entrenada”, que hace que los cambios metabólicos y epigenéticos mejoren las respuestas inmunitarias innatas a las infecciones.
Cabe señalar, sin embargo, que estos resultados no confirman la causalidad, ya que podría existir cierto sesgo en la selección. Es preciso determinar si existen modelos mecanicistas de protección cruzada, en la COVID-19 o en otras enfermedades, que permitan identificar áreas de investigación prometedoras.
¿Es la vacuna BCG el mismo perro con distinto collar?
Una vacuna clave que parece que podría ofrecer cierto grado de protección frente a la infección por el SARS-CoV-2 es la vacuna del bacilo de Calmette-Guérin (BCG), concebida para ofrecer protección contra la tuberculosis (TB). Se trata de una de las vacunas más extendidas en todo el mundo y se ha demostrado que reduce la susceptibilidad a infecciones de las vías respiratorias gracias, presumiblemente, a que induce la inmunidad entrenada.
Algunos estudios del mundo real arrojan luz sobre los posibles mecanismos de protección, pero no podemos descartar la correlación solo porque existan innumerables factores que afecten a estos resultados. A fin de determinar si se trata de correlación o de causalidad, se están realizando varios ensayos aleatorizados y controlados —como el ensayo BRACE en Australia— con el objetivo de averiguar si la vacuna BCG proporciona protección inespecífica frente a la COVID-19.
Otro método para determinar la relación entre la vacuna BCG y la COVID-19 es analizar los datos disponibles en busca de asociaciones. Por ejemplo, un análisis de la CAS Content Collection ha identificado 190 documentos que examinan la posible correlación entre la inmunización frente al BCG y la prevalencia y la mortalidad de la COVID-19. Más de la mitad de estos documentos apuntan a que la vacuna BCG efectivamente ofrece protección, mientras que 34 sugieren que no hay correlación alguna (figura 1).
Los resultados preliminares de la investigación de la función de protección cruzada de la vacuna BCG parecen prometedores; conocer en mayor medida los mecanismos fundamentales de esta vacuna podría respaldar su uso como agente protector de amplio espectro.
¿Son las vacunas antigripales y antineumocócicas flores de un día?
Se ha constatado que las vacunas contra la gripe y la neumonía también tienen posibles efectos protectores frente a la COVID-19. Por ejemplo:
- Un estudio ha revelado que un aumento del 10 % de la vacunación frente a la gripe en una población supone una reducción del 28 % de la tasa de mortalidad por COVID-19 en personas de edad avanzada.
- En el marco de la CAS Content Collection, más del 50 % de los documentos que estudian la relación entre la COVID-19 y la vacuna de la gripe sugieren que la vacunación frente a la gripe tiene un efecto positivo (figura 1).
- Un estudio de investigación en el que se expusieron células inmunitarias humanas al SARS-CoV-2 concluyó que la respuesta de las citocinas era mejor si las células inmunitarias provenían de una persona vacunada.
Un mecanismo factible es que la vacuna actúe como un estimulador inmunitario inespecífico que funciona como una especie de sistema de alerta temprana que provoca la activación del sistema inmunitario en general, es decir, que causa que el sistema inmunitario ya esté preparado en el momento de la exposición al SARS-CoV-2. En cualquier caso, convendría realizar más estudios de las vacunas antigripales y antineumocócicas en el mundo real para identificar la relación exacta con la protección cruzada frente a la COVID-19.
¿Pueden los datos del mundo real abrir el camino a un nuevo horizonte para la vacuna DTPa?
Un estudio que engloba a 32 países del hemisferio norte integrados en la OCDE ha examinado la relación de la difteria, el tétanos y la tos ferina acelular (DTPa) y el sarampión con la tasa de mortalidad por SARS-CoV-2. Los resultados indican una correlación negativa marcada y significativa entre la tasa de mortalidad y la vacuna del sarampión, y una correlación negativa, pero no significativa, entre la tasa de mortalidad y la vacuna frente a DTPa. A raíz de este estudio, se han emprendido las fases iniciales de la investigación de la vacuna DTPa para determinar si posee algún efecto importante de protección cruzada.
Otro estudio realizado en España ha aportado datos que demuestran que la vacuna DTPa administrada sistemáticamente a los niños podría ofrecer protección frente a la COVID-19. En este sentido, el estudio sugiere que la inmunidad provocada por las vacunas disminuye con el paso del tiempo y que, por este motivo, los niños están más protegidos frente a la COVID-19 que los adultos, que son más susceptibles a esta enfermedad, aunque es necesario seguir investigando.
Estudio del valor de la protección cruzada de las vacunas
Afortunadamente, ya se han aprobado varias vacunas específicas para la COVID, que se están administrando en todo el mundo. No obstante, los datos indican que un mayor conocimiento de los efectos de la protección cruzada podría contribuir a controlar la propagación de otras enfermedades futuras y, por extensión, a ganar tiempo para el desarrollo y la producción de vacunas específicas o tratamientos eficaces.
Asimismo, este conocimiento más amplio de la protección cruzada podría facilitar la comprensión de la base molecular de las enfermedades: cómo nos infectan los agentes patógenos y cómo se defiende de ellos nuestro sistema inmunitario. En última instancia, el desarrollo de métodos para probar la protección cruzada de las vacunas contribuirá en gran medida a hacer frente a futuros brotes, ya que nos permitirá conocer mejor la capacidad de una vacuna para tratar otros virus y enfermedades.
Para obtener más información sobre la protección cruzada que ofrecen las vacunas y sobre las oportunidades de investigación y desarrollo futuros, lea este artículo de CAS publicado recientemente en ACS Central Science.