Gain new perspectives for faster progress directly to your inbox.
A lo largo de la historia, los humanos han sentido fascinación por el proceso de envejecimiento y han intentado entenderlo y combatirlo. Por ejemplo, la medicina tradicional china incluía remedios herbarios y técnicas de acupuntura diseñados para fomentar la salud y la longevidad. En la década de 1930 se produjo un hito clave cuando se descubrió que la restricción calórica alargaba la esperanza de vida de ratones y ratas. Otras investigaciones revolucionarias realizadas en el siglo XX exploraron el papel de factores como la genética y la senescencia celular.
CAS ha identificado más de 500 000 artículos científicos (principalmente artículos de revistas y patentes) relacionados con la fisiología del envejecimiento y las estrategias antienvejecimiento. Se ha producido un incremento constante de estos artículos a lo largo del tiempo y las iniciativas de investigación se han intensificado en la última década (figura 1).
La tendencia de la investigación antienvejecimiento no da muestras de ralentización. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2050 la población mundial de personas con 60 años o más será superior a 2000 millones. Este cambio demográfico hacia una población más envejecida ha aumentado el interés por la investigación antienvejecimiento y la inversión realizada en este campo para hacer frente a las enfermedades relacionadas con la edad y fomentar un envejecimiento saludable. La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el periodo 2021-2030 "Década del envejecimiento saludable", un programa que promueve la colaboración global para encontrar intervenciones que puedan aumentar la esperanza de vida y mejorar la calidad de vida de las personas de más edad.
Aunque el envejecimiento es un factor de riesgo para muchas enfermedades crónicas, hay interés por fomentar un "buen envejecimiento" centrando los esfuerzos en la salud general y el bienestar. En este artículo, profundizamos en el proceso de envejecimiento y exploramos una amplia gama de intervenciones dirigidas a fomentar un envejecimiento óptimo y una mayor longevidad. ¿Cuáles de estas estrategias de tratamiento antienvejecimiento tienen más potencial para mejorar el proceso de envejecimiento?
Envejecimiento: no solo una cuestión de piel
Con frecuencia, el término "antienvejecimiento" hace pensar en los signos visibles del envejecimiento de la piel, como las arrugas y la flacidez. El envejecimiento cutáneo se estudia de manera exhaustiva por sus efectos sociales y psicológicos. La piel, el órgano más grande del cuerpo, desempeña un papel protector crucial contra los factores medioambientales. Con la edad, la capacidad de la piel para cumplir esta función puede disminuir, lo que afecta a la salud general. Aunque el envejecimiento cutáneo es un proceso natural, se pueden adoptar medidas para ralentizarlo y mantener la piel sana. Los sectores de la cosmética y el cuidado de la piel, representados por empresas como L'Oreal y Amorepacific, tienen un interés considerable en esta área y son titulares de numerosas patentes relacionadas con este campo. Estos productos contienen ingredientes como el ácido hialurónico o la vitamina E que actúan sobre las capas superficiales de la piel.
El proceso de envejecimiento es mucho más complejo de lo que vemos en la superficie. A grandes rasgos, el envejecimiento se define como un declive funcional gradual de la capacidad intrínseca de un organismo vivo para defenderse, mantenerse y repararse con el fin de seguir funcionando de una manera eficiente. El cerebro es especialmente sensible a los efectos del envejecimiento, que provoca cambios en su tamaño, su vasculatura y su capacidad cognitiva. Eso genera un riesgo mayor de desarrollar algunos trastornos neurológicos al envejecer, como la enfermedad de Alzheimer.
El envejecimiento también se caracteriza por una pérdida gradual de forma fisiológica que afecta a todo el cuerpo y que provoca un deterioro de las funciones y una mayor vulnerabilidad. Aunque el envejecimiento no es, en sí, la causa directa de enfermedades graves como el cáncer, la diabetes y los trastornos cardiovasculares, es un factor de riesgo importante para estas y otras muchas enfermedades. El reconocimiento de esta relación ha impulsado un rápido crecimiento del campo de la investigación del envejecimiento.
Las marcas distintivas del envejecimiento
El envejecimiento es, en esencia, la acumulación del deterioro a lo largo del tiempo, que se traduce en unos cambios fisiológicos concretos conocidos como marcas distintivas del envejecimiento. En 2013, se definieron nueve marcas moleculares y celulares del envejecimiento que proporcionaron un marco de trabajo para la investigación futura. Entre estas marcas se incluyen la inestabilidad genómica, la atrición telomérica, las alteraciones epigenéticas, la pérdida de proteostasis, la desregulación de la detección de nutrientes, la disfunción mitocondrial, la senescencia celular, el agotamiento de las células madre y las alteraciones de la comunicación celular (figura 2).
Para complicar aún más las cosas, las distintas marcas del envejecimiento están interconectadas y se pueden reforzar mutuamente (figura 3). De hecho, estas marcas están tan interrelacionadas que algunos investigadores creen que deberíamos considerar el envejecimiento un proceso que opera en cuatro capas, cada una a una escala biológica diferente. Sin embargo, al analizar el envejecimiento, está claro que entender las relaciones entre estas marcas diferentes puede ayudar a desarrollar intervenciones eficaces para prevenir o tratar las enfermedades relacionadas con la edad.
¿Cuáles son las estrategias de tratamiento antienvejecimiento más prometedoras?
Se han explorado diversas estrategias de tratamiento antienvejecimiento que tienen como objetivo actuar sobre las marcas del envejecimiento, en muchos casos sobre varias de ellas (figura 4). A continuación se describen cinco de esas intervenciones, junto con las evidencias que respaldan cada estrategia, para determinar cuáles de ellas tienen más potencial.
El ejercicio físico tiene un importante efecto antienvejecimiento a nivel celular, relacionado con todas y cada una de las marcas del envejecimiento. La investigación sobre el ejercicio físico como intervención para los problemas relacionados con la edad está consolidada y los ensayos clínicos están ofreciendo resultados prometedores. Varios ensayos destacados están explorando los efectos del ejercicio físico en la enfermedad de Alzheimer, la inestabilidad en la marcha, la función cognitiva y el trastorno de estrés postraumático (tabla 1).
La intervención alimentaria como estrategia antienvejecimiento
Recientemente, se ha documentado que dos intervenciones alimentarias, la restricción calórica y el ayuno intermitente, prolongan la vida saludable del sistema nervioso al actuar sobre las vías de señalización metabólicas y celulares que regulan la longevidad. Aunque esta estrategia ha tenido éxito en modelos animales, la restricción calórica es difícil de aplicar en humanos, ya que exige un alto nivel de autocontrol y determinación. Un método alternativo es emular sus efectos usando "miméticos de restricción calórica". Al igual que el ejercicio físico, la restricción calórica es una estrategia antienvejecimiento que se ha investigado extensamente y que en la actualidad se está estudiando en varios ensayos clínicos (tabla 2).
La manipulación metabólica como estrategia antienvejecimiento
Se sabe que la vía de señalización de la diana de la rapamicina en mamíferos (mTOR) desempeña en el metabolismo celular un papel importante que asocia la detección de nutrientes con procesos celulares críticos que impulsan el crecimiento y la proliferación de las células. La inhibición de mTOR con agentes como la rapamicina se ha explorado extensamente en ensayos clínicos antienvejecimiento sobre diversos trastornos, como la fragilidad y la sarcopenia relacionadas con la edad (tabla 3).
La senoterapia como estrategia antienvejecimiento
La senoterapia consiste en el desarrollo de posibles agentes y enfoques terapéuticos para actuar expresamente sobre la senescencia celular, un problema relacionado con el envejecimiento y con las patologías asociadas con la edad. Se están investigando varias estrategias senoterapéuticas. Resulta especialmente prometedor el uso de senolíticos, unas pequeñas moléculas que pueden eliminar de forma selectiva las células senescentes que causan numerosos trastornos relacionados con el envejecimiento. Esta actuación sobre las células en proceso de envejecimiento ya se está evaluando en varios ensayos clínicos (tabla 4).
La reprogramación celular como estrategia antienvejecimiento
¿Es posible darle la vuelta al reloj a nivel celular? Esto es exactamente lo que trata de hacer la reprogramación celular mediante la conversión de las células maduras totalmente diferenciadas en células madre pluripotentes. Al reprogramar las células de esta forma, podemos mejorar varias marcas de la edad como la disfunción mitocondrial, la atrición telomérica, los cambios de las alteraciones epigenéticas, la inestabilidad genómica y la senescencia. Aunque estas investigaciones están dando aún sus primeros pasos, esta estrategia ha demostrado potencial en modelos preclínicos.
Al hacer frente a los retos relacionados con el envejecimiento de la población, la investigación sobre estrategias antienvejecimiento ofrece la posibilidad de transformar nuestra manera de envejecer, mejorar nuestro bienestar general e impulsar el crecimiento de una comunidad global más saludable y activa.
Para obtener más información sobre el apasionante y dinámico campo de la investigación antiedad, lea aquí el artículo más reciente de nuestra revista.